Rumores en 4K: cuando la IA se convierte en altavoz del bulo digital
De deepfakes millonarios a etiquetas “made by IA”. Lo que no puedes ignorar si haces marketing en 2025
Durante la gala de Eurovisión, mientras media Europa coreaba estribillos imposibles o se metía de lleno en polémicas, yo vi dos vídeos virales:
💥 Uno mostraba un bombardeo real en Gaza.
💥 El otro, una ayuda humanitaria ficticia lanzada desde “aviones chinos”.
Solo uno era cierto. Ambos se compartieron igual.
En la era de la IA, los bulos no son lo que eran. Ahora se presentan en HD, se generan en segundos y, lo más peligroso, se propagan más rápido que un meme de Pedro Pascal.
El verdadero potencial (oscuro) de la IA en desinformación
La IA ha convertido la desinformación en en un chisme con megáfono. ¿Cómo?
Producción exprés: modelos como ChatGPT o Midjourney generan contenido a escala industrial.
Deepfakes que engañan hasta al algoritmo: rostros, voces, vídeos… cada vez más reales. ¿Esto es real o estamos en la matrix?
Premio al impacto: los algoritmos de redes sociales priorizan lo que genera clics, no lo que es verdad.
En Arup, la ingeniería detrás de la Ópera de Sídney, un empleado transfirió 25 millones de dólares tras recibir una videollamada del “CFO”… que resultó ser un deepfake.
Lo que puedes hacer (y deberías hacer ya)
La buena noticia. La misma tecnología que crea los bulos también ayuda a detectarlos.
Herramientas que ayudan:
✔️ Google Fact Check Explorer → compara titulares con artículos verificados. Como hacerle Ctrl+F a la verdad.
✔️ FacTeR-Check → detecta desinformación en redes usando NLP.
✔️ IA explicativa (XAI) → no solo dice esto es falso, sino que explica por qué.
✔️ Etiquetas invisibles “made by IA” → como los metadatos de tus fotos, pero para saber si el contenido ha pasado por chapa y pintura digital.
Pero ¡aviso a navegantes! ninguna herramienta hace magia. Esto no es una navaja suiza. Es una caja de herramientas que solo funciona si tú sabes cuándo y cómo usarlas.
Cómo evitar que tu marketing alimente el monstruo
Sí, marketer, esto va para ti. Porque no solo puedes ser víctima de una fake news. También puedes estar pagando su difusión sin saberlo.
Checklist rápido para proteger tu marca (y tu presupuesto):
❏ Supervisión híbrida: deja que la IA redacte, pero revisa con ojos humanos
❏ Transparencia activa: “contenido asistido por IA” no es una vergüenza, es un plus de confianza.
❏ Audita tus campañas: ¿quién monetiza tu publicidad? si no sabes en qué webs aparecen tus anuncios, estás jugando al escondite con tu reputación.
❏ Filtra plataformas dudosas: excluye webs de clickbait y sensacionalismo.
❏ Cláusulas éticas con tus agencias: si Netflix te pregunta por “control parental”, tú puedes pedir “control reputacional”.
❏ Dashboards de alerta: monitoriza picos de impresiones en sites sospechosos. como tener un Clippy 2.0 que te avisa cuando algo huele a bulo.
Conclusión: esto no va de IA, va de criterio
Cada semana aparece una nueva herramienta, otro plugin milagroso, una IA que promete más productividad. Pero nada, repito, nada sustituye a tu criterio.
Esto no va solo de saber qué postear. Va de saber en qué (y en quién) confías.
Porque construir credibilidad lleva años. Perderla, basta con un tuit.
Y tú, ¿cómo filtras lo que ves antes de darle like? ¡Te leo!👇
¡Gracias a ti! Ya lo encuentras en la emisión de hoy 👌🏻
Excelente información, sumamente relevante. ¿Qué tal si la añadimos al Diario de Substack? En su emisión de mañana.