Si todas las IA te parecen iguales, este artículo es para ti
El otro día, por fin, me dieron acceso a Manus. Y tras la euforia inicial la apunté como la enésima herramienta pendiente de probar en mis tareas de Notion. Cuando miré el listado me sentí abrumada.
No sé cuántas herramientas de IA tengo guardadas ya en favoritos. ¿Cuántas uso cada día? Tres. Con suerte.
Cada semana aparece “la nueva revolución” en IA. Un día es una app que resume reuniones, otro una que diseña por ti, y otro una que (casi) te hace el café. Y entre tanta promesa, lo raro no es estar perdido… es no estarlo.
El problema no es la IA. Es no tener ni idea de para qué la quieres.
La mejor herramienta de IA no es la más avanzada, ni la más cara, ni la más viral en TikTok. Es la que te ahorra tiempo hoy.
La que te desbloquea justo eso que llevas semanas arrastrando en ventas, diseño o contenido.
Así que deja de preguntarte “cuál es la mejor” y empieza por:
¿qué tarea me está robando la energía?
No necesitas probar 30.
Necesitas claridad.
Cómo elegir con cabeza (sin hacer un máster en IA)
Antes de caer en la trampa de probar por probar, apunta este checklist:
Define qué problema tienes.
¿Escribir más rápido? ¿Diseñar sin ser diseñador? ¿Responder correos en automático?
Busca IA especializada en eso:
Texto: ChatGPT, Jasper, Perplexity
Imagen: Midjourney, DALL·E, Remove.bg
Automatización: Make, Notion AI, n8n,…
Análisis: Tableau, Watson, Gemini,…
Pruébala con una tarea real, no con la demo bonita de la web.
Y pregúntate esto:
¿Se integra con lo que ya usas?
¿Puedes adaptarla sin saber programar?
¿Es segura y ética? (sí, esto importa más de lo que crees)
¿Te hace sentir más capaz o más dependiente?
OJO! muchas veces, lo que necesitas no es otra app… sino mejores prompts para la que ya tienes.
No, la IA no va a hacerlo todo sola
Uno de los errores más comunes en empresas es lanzar tres herramientas a la vez y esperar que el equipo se vuelva “más productivo” por arte de magia.
La IA no sustituye ni el criterio, ni la estrategia, ni tus ideas brillantes.
La IA es copiloto.
Necesita que le digas a dónde vas.
Y eso, créeme, se entrena.
Empieza por lo pequeño.
Mide impacto.
Pregunta al equipo.
Y si dudas por dónde empezar, automatiza lo que más odias hacer.
¿Ya la estás usando y no ves resultados?
Aquí van tres pistas:
No tienes objetivos claros.
“Quiero usar IA” no es un objetivo.
“Quiero reducir a la mitad el tiempo de respuesta al cliente” sí lo es.Nadie ha formado al equipo.
Las herramientas cambian cada mes.
El conocimiento para usarlas bien, no.Tus datos son un caos.
Si alimentas a la IA con desorden, te devolverá caos… pero en HD.
Algunas métricas que sí importan
Olvídate de contar cuántas IAs tienes.
Cuenta esto:
¿Tardas menos en tareas repetitivas?
¿El equipo (o tus clientes) están más contentos?
¿Cometéis menos errores?
¿Las ideas tardan menos en salir?
Si la respuesta es no, toca revisar cómo y para qué estás usando la IA.
Un consejo final (aprendido a golpes)
No necesitas más herramientas. Necesitas mejor criterio para elegirlas.
Si eres marketer, emprendedor o lideras un equipo, tu tiempo no está para testear por deporte.
Prueba, sí. Pero con intención.
Prioriza lo que te hace avanzar, no lo que suena bien en un post de LinkedIn.
Y nunca lo olvides:
la IA es un medio.
El fin… eres tú.
Porque al final, no gana quien tiene más herramientas, sino quien sabe usarlas mejor.
¿Te ha pasado algo parecido? ¿Tienes una IA salvavidas que no sale en los rankings? Cuéntamelo. Estoy construyendo una lista real, útil y sin postureo.
Que grande!! Y que de acuerdo estoy contigo… a veces nos lanzamos a lo loco a escribir a la Chatia sin saber ni lo que queremos!
Me encantó esta lectura. Muy alineada con mi forma de pensar y de ver las herramientas